Es Dios quien llama. El llamado de Dios comienza en lo profundo de tu vida, brindándote destellos de quién eres tú, buscando captar tu atención y entrar en tu realidad vivida. Lo mejor que puedes hacer es comenzar a orar por este llamado que sientes.
El discernimiento es el esfuerzo por determinar, a la luz de la voluntad de Dios, cuál es la mejor decisión para ti ahora, en las circunstancias concretas en las que te encuentras. ¿Cómo puedes responder mejor al llamado de Dios? ¿Cuál de tus opciones anteriores te llevará a la plenitud de la vida?
¿Puedes hacer estas suposiciones?
El discernimiento es una actitud continua de rendición a la voluntad de Dios y apertura a lo que Dios te pide. Es mucho más una forma de vida que una cuestión de resolución de problemas. Estás invitada a SIEMPRE buscar la voluntad de Dios en tu vida.
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